CASCO HISTÓRICO TOLEDO

Localizado en un enclave comprometido funciona como puerta de la ciudad recuperando un acceso histórico vinculado al Tajo. Y lidia con la integración de las siluetas de monumentos inherentes a esta, como el Alcázar o el Museo de Santa Cruz. Se resuelve un problema de accesibilidad  con el centro histórico.

Cose a su vez una parte de la ciudad mediante un sistema de escaleras mecánicas, con espacios nexo como la plataforma ajardinada del Paseo del Miradero. Se incorpora, un espacio de parking que aprovecha las diferencias de cota existentes.

Las escaleras de la Granja se convierten en una arteria principal de peatones. Es una nueva puerta de acceso a la ciudad.

Los arquitectos proponen la división del ascenso en seis tramos de escaleras mecánicas que salvan un desnivel de 36 metros. Y se adapta al terreno irregular de la ladera. Para incorporar el remonte al proyecto, diseñaron una sección en forma de “C” de hormigón, en la cual, cada uno de sus lados cumple una función estructural diferente.

Se recupera la seriación en el recorrido de espacios que marcan la transición desde lo público hasta lo privado, a través del zaguán, un espacio intermedio que los prolonga y los relaciona física y visualmente.

En cuanto al exterior, se pavimentan la plazuela y travesía que bordean la sede modificando la topografía. Y se busca poner en valor los edificios que la limitan, la Iglesia de Santo Domingo el Antiguo y el ábside de Santa Leocadia.

El reto se hace complejo por la irregularidad de la manzana. Esta se extiende desde el conjunto conventual de Doncellas Nobles hasta la plaza de San Juan de los Reyes. También, por el fuerte desnivel que existe entre ambas calles. El alzado desde calle Pintor Matías Moreno es bajo y discreto en contraposición al de la calle Santa Leocadia.

El acceso se realiza por la cota más alta y cuenta con un gran vestíbulo al que se adosa una galería de distribución. Esta permite la entrada directa a cada uno de los seis bloques del conjunto que actúan de manera independiente.

El eje central de la obra ha sido la recuperación de la estructura arquitectónica consolidada. Se usa un lenguaje actual capaz de dialogar con los idiomas históricos propios del conjunto. Así mismo, se ha buscado en todo momento mantener cierta unidad entre los dos conventos que componen el conjunto (San Pedro Mártir y Madre de Dios). Ambos conforman un único edificio respondiendo a un solo uso.

El arquitecto encargado de realizar la casa-taller es Secundino Zuazo. Después de años de abandono en 1984 pasa a encargase de su conservación la Real Fundación de Toledo. Tras este hecho se inicia así la necesaria rehabilitación del conjunto arquitectónico por Manuel de las Casas, adecuándolo a nuevos programas de uso y abriéndose al público.

La vivienda presenta una distribución poco convencional: hay que subir a la planta superior para acceder a las zonas más pública, ya que los dormitorios se encuentran en la planta más baja.

Respecto a la transición de la calle al patio, se producen una serie de quiebros y giros que permiten descubrir la vivienda a cada paso. Según Manuel de las Casas: “Es una suma de rincones. Rincones donde también tiene un lugar importante la penumbra”.

El proyecto conforma un conjunto compuesto por la rehabilitación del Templo de San Marcos como Centro Cultural y Exposiciones y, la construcción del Archivo Municipal de Toledo junto con la plaza del Salvador, sobre las ruinas del claustro del antiguo convento de San Marcos.

Este edificio parte de tres conceptos. El primero tiene que ver con el hecho de que el edificio tiene la vocación de ser un espacio para la creación y la difusión de cultura. Incorpora las ruinas en el edificio. El segundo concepto se trata de la coherencia con el lugar. Y por último, el concepto de la luz, ya que se ha diseñado cada espacio en función de la cantidad de luz que es necesaria según el uso al que es destinado

Obtener un todo único que integre la diversidad de valores existentes, resolver la continuidad y funcionalidad del conjunto e introducir tratamientos y técnicas contemporáneas conjugables con las tradicionales. Son las estrategias proyectuales que perseguirá la intervención en todo momento